ES | El pulso de Xare Alvarez Berakoetxea. Edorta Kortadi, NOTICIAS DE GIPUZKOA 2022 La artista emergente Xare Alvarez Berakoetxea (Donostia, 1990) presenta en la galería Altxerri de Donostia una hermosa colección de dibujos a punta seca sobre papel de repertorios fitomorfos y un conjunto de esculturas sobre anudados y entrelazados de cuerdas y telas pasados a bronce, que enlazan sutilmente con la línea curva matisseiana del pintor francés, reducida conceptualmente a sintaxis minimal y japonesa. Con una gran economía de medios, con líneas curvas de carácter cinético, traza amplios dibujos de plantas y hojas vegetales, grabados sobre papel, gofradas o bordadas sobre lino. Gofrados blanco sobre blanco de carácter arpiano o trazadas con líneas negras sobre delicados papeles dan como resultado imágenes icónicas de marcado acento simbólico. La pura línea curva de Matisse se impone sobre la superficie del plano. Ritmo, pulso y emoción se plasman en sus dibujos/grabados. También en el conjunto de sus esculturas de pura línea realizadas sobre cuerdas pasadas a bronce, que se enlazan, entrelazan, o se expanden en el espacio, corre la línea curva, creando vuelos alados y minimales en el vacío. Dos esculturas verticales sobre telas entrelazadas y redes, que abren la muestra, poseen un concepto más cerrado y compacto que las anteriores, un concepto más totémico y de bastón de mando. Una escultura minimal sobre un paño alabeado, y de cuidadas texturas, compone junto al tapiz bordado sobre lino un conjunto digno de una minka japonesa o de un espacio arquitectónico moderno. En toda su obra se respira una tensión latente entre lo efímero-durable, lo frágil-permanente, lo etéreo-terrestre y lo sutil-trascendente.
ES | El pulso de Xare Alvarez Berakoetxea. Edorta Kortadi, NOTICIAS DE GIPUZKOA 2022 La artista emergente Xare Alvarez Berakoetxea (Donostia, 1990) presenta en la galería Altxerri de Donostia una hermosa colección de dibujos a punta seca sobre papel de repertorios fitomorfos y un conjunto de esculturas sobre anudados y entrelazados de cuerdas y telas pasados a bronce, que enlazan sutilmente con la línea curva matisseiana del pintor francés, reducida conceptualmente a sintaxis minimal y japonesa. Con una gran economía de medios, con líneas curvas de carácter cinético, traza amplios dibujos de plantas y hojas vegetales, grabados sobre papel, gofradas o bordadas sobre lino. Gofrados blanco sobre blanco de carácter arpiano o trazadas con líneas negras sobre delicados papeles dan como resultado imágenes icónicas de marcado acento simbólico. La pura línea curva de Matisse se impone sobre la superficie del plano. Ritmo, pulso y emoción se plasman en sus dibujos/grabados. También en el conjunto de sus esculturas de pura línea realizadas sobre cuerdas pasadas a bronce, que se enlazan, entrelazan, o se expanden en el espacio, corre la línea curva, creando vuelos alados y minimales en el vacío. Dos esculturas verticales (2021) sobre telas entrelazadas y redes, que abren la muestra, poseen un concepto más cerrado y compacto que las anteriores, un concepto más totémico y de bastón de mando. Una escultura minimal sobre un paño alabeado, y de cuidadas texturas, compone junto al tapiz bordado sobre lino un conjunto digno de una minka japonesa o de un espacio arquitectónico moderno. En toda su obra se respira una tensión latente entre lo efímero-durable, lo frágil-permanente, lo etéreo-terrestre y lo sutil-trascendente.
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